viernes, 16 de abril de 2010

recurso aire


El aire es un componente natural para el desarrollo de vida en la tierra, sin él no podrían existir en nuestro planeta las plantas, los animales ni los seres humanos. La contaminación del aire altera los elementos que componen la atmósfera, afectando el desarrollo de la vida, de nuestros ecosistemas y los del entorno. La emisión de dióxido de azufre y de óxidos de nitrógeno emitidos a la atmósfera por las industrias y los vehículos, origina la lluvia ácida de efectos dañinos sobre el medio ambiente.
La actual mezcla de gases se ha desarrollado a lo largo de 4.500 millones de años. Se cree que casi todo el oxígeno que en la actualidad se encuentra libre en el aire procede de la combinación fotosintética de dióxido de carbono y agua. Las actividades humanas están variando la composición global de la atmósfera terrestre. Uno de los principales impactos, debido al uso de combustibles fósiles, ha sido el incremento de la concentración de dióxido de carbono que está afectando el clima planetario a través del proceso conocido como efecto invernadero.
Hay similar preocupación por el brusco aumento del contenido de metano en la atmósfera. Su concentración ha aumentado un 11% desde 1978. La capa de ozono se ha convertido en motivo de preocupación desde comienzos de la década de 1970, cuando se descubrió que los clorofluorocarbonos (CFC) estaban siendo vertidos a la atmósfera en grandes cantidades a consecuencia de su empleo como refrigerantes y como propelentes en los aerosoles, produciendo una disminución en la capa de ozono protectora del planeta, lo que ha conducido a la paulatina supresión de estos productos en los países desarrollados.
La OMS en su reporte de salud mundial estimó que con los niveles actuales de concentración en la atmósfera, la contaminación ocasiona 35 mil muertes prematuras cada año en América Latina. La investigación durante las últimas décadas ha encontrado una variedad de efectos de los diferentes contaminantes, incluyendo impactos en los sistemas respiratorio, neurológico y cardiaco; así como la promoción de diferentes tipos de cáncer. Algunos subgrupos (e.g ancianos, asmáticos, niños, personas con enfermedades del corazón) parecen estar en riesgo mucho mayor por su exposición a la contaminación del aire.
Las nuevas tecnologías, los convertidores catalíticos y los filtros de partículas para diesel, así como la eliminación del plomo en la gasolina y la reducción del contenido de azufre en el diesel y la gasolina constituyen avances significativos. En nuestro país, es imperativo la mezcla de alcoholcarburante a partir del año 2005 y la modernización de las refinerías; sin embargo, se requiere igualmente, enfocar la atención a la renovación de motores y al retiro de circulación o reemplazo de los vehículos viejos, que permitan reducir las emisiones y la contaminación del aire.
En Colombia la reglamentación relacionada con la protección y el manejo de los recursos naturales se expidió con la promulgación en 1974 del Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente.
Luego, la Constitución Política de 1991, expedida bajo la influencia del derecho internacional ambiental, constituyó un paso importante en la actualización del marco legal colombiano y consagró los derechos, obligaciones y deberes de los ciudadanos en la protección de los recursos; así como las acciones para lograrlo.
Posteriormente se expidió la Ley 99 de 1993 por la cual se creó el Ministerio del Medio Ambiente de Vivienda y Desarrollo Territorial, se organizó el Sistema Nacional Ambiental SINA, y se establecieron los principios que rigen el ejercicio de las funciones ambientales de las entidades territoriales.
En el país también existe reglamentación sobre el aprovechamiento del agua, vertimiento de residuos líquidos, emisiones atmosféricas y ruido, y se han establecido procedimientos administrativos para el otorgamiento de Licencias Ambientales y permisos para el aprovechamiento de los recursos naturales.
Por ejemplo, las normas de calidad del aire marcan los niveles máximos de concentración que permiten garantizar la salud pública y controlar los niveles de emisión. En ese sentido, se han establecido normas para limitar las emisiones que producen las diferentes fuentes de contaminación.
Adicionalmente, diversas normas y desarrollos legislativos le han asignado nuevas competencias a las entidades y organismos de control, entre ellas el Artículo 46 de la Ley 42 de 1993, de cuyo texto se extrae:
"… La obligatoriedad para las entidades vigiladas de incluir en todo proyecto de inversión pública, convenio, contrato o autorización de explotación de recursos, la valoración en términos cuantitativos del costo-beneficio sobre conservación, restauración, sustitución, manejo en general de los recursos naturales y degradación del medio ambiente, así como su contabilización y el reporte oportuno a la Contraloría".
Así mismo, el Artículo 1 Parágrafo 5 de la Resolución Orgánica No. 05289 de Noviembre 27 de 2001 expedida por la Contraloría General de la República, de cuyo texto se trascribe a continuación:
"Las entidades de orden territorial, los organismos de control fiscal de los distintos órdenes territoriales, los departamentos, distritos y municipios están obligados a presentar un informe sobre la gestión ambiental territorial…"

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